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Respuesta a Alfonso Llano Escobar

(Ésta es una respuesta a la columna «¡Viva el relativismo moral!» )

Señor Alfonso Llano,

Aceptando su llamado a los hombres de principios y valores, no me voy a dejar intimidar por audaces y desvergonzados como usted, y voy a responder a su columna criticando las dos posturas que encontré en la misma. Por un lado, quiero establecer que no hay ninguna relación entre vivir sin dios y vivir sin ley o sin patria, muy al contrario de lo que usted piensa. Por otro lado quiero sacar a relucir su posición dogmática e irracional, contraria a lo que es esa sociedad civilizada que usted quiere resarcir, para dar cuenta de su imposibilidad para abrir los ojos y aceptar que, para que una sociedad prospere y sea ‘sociedad’ en todo el sentido de la palabra, debe imperar el ‘puede’ libre-pensante sobre el ‘debe’ autoritario y dogmático.

Entrando en materia, no sé de donde diantres saca usted que los que no creemos en su dios automáticamente somos de la peor ralea y prácticamente criminales per se. Lo formulo así porque obviamente en ese saco entramos no solo los ateos sino también todo aquel que crea en un dios distinto al suyo. La afirmación implícita de su texto en la cual pasa de ‘ausencia de dios’ a cosas como libertinaje, destrucción de los fundamentos de la convivencia humana, pérdida de la ética, etc., no solo carece de fundamento sino que es totalmente irrisoria.

Según usted, la causa (al parecer única) de los males de la sociedad es la ausencia de dios; y ésta lleva también a perder el sentido de patria y de ley (ya que usted pasa de vivir sin dios a vivir sin patria y sin ley sin sonrojarse). ¿Qué está entendiendo usted por ausencia de dios? Simplemente no creer en él. Así pues, todo aquel que no cree en dios (en SU dios) es causa de los males de la sociedad y vive, no solo sin dios, sino sin patria y sin ley. Sin embargo, quisiera preguntarle a usted señor Alfonso, ¿Cuántos de esos corruptos políticos que desangran a nuestro país, que se quieren saltar las leyes a como dé lugar, que la patria les importa un comino y siempre la ponen por debajo de sus intereses personales…cuántos de esos políticos viven sin dios? ¿Y también cuántos de esos que salen diariamente a asesinar, a robar, a violar, a maltratar a sus familiares…cuántos de ellos no se echan la bendición en la mañana?

Señor Alfonso, los que viven pegados a su dios tienen la misma capacidad de ser tan o más malos que los que no tienen ningún dios, porque no hay ninguna relación entre una cosa y otra. No veo por qué usted quiere tildar a los ateos de lacras sociales por el mero hecho de ser ateos, como si esto fuera un crimen. Obviamente existirá gente mala, despreciable, corrupta y criminal que vive sin creer en seres fantásticos; pero tenga por seguro que su maldad no deriva de su no creencia en dios. Si así fuera la cosa, sus queridos lacayos no serían objeto de ningún tipo de juicio, y vaya que sí lo son.

Ahora bien, ¿Son estos los males a los que usted se está refiriendo? Evidentemente es malo para la convivencia en sociedad que existan corruptos que evaporan los dineros públicos, o que haya ladrones dispuestos a matar por unas cuantas monedas. Pero los “males” a los que usted se quiere referir son todo menos males sociales. Eutanasia, aborto, divorcio, homosexualidad, legalización de drogas… ¿En realidad son males que pueden acabar con los cimientos de la convivencia social?

Así llegamos a mi segundo punto. Señor Alfonso, a usted no le molesta el hecho de que se viva sin dios; a usted lo que lo saca de quicio es el libre pensamiento, la capacidad individual de decir ‘yo puedo’ en lugar de decir ‘yo debo’. A usted lo que no le gusta es que la gente no piense como usted piensa ni que no esté sometida a sus dogmatismos ridículos.

Usted señor Alfonso, en medio de su irracional creencia, piensa que las leyes y posturas que se quieren impulsar desde el libre pensamiento son tan dogmáticas como las cadenas que lo mantienen a usted prisionero en su caverna platónica. Usted piensa que despenalizar el aborto, la eutanasia o las drogas es lo mismo que decirle a la sociedad “de ahora en adelante ustedes DEBEN abortar, suicidarse asistidamente y drogarse”; y piensa esto porque su creencia así lo dicta. Si usted, con dios a su lado dictándole, dice no al aborto entonces nadie DEBE abortar. Pero lo que nosotros defendemos no tiene nada que ver con sus totalitarismos.

Apoyar la legalización de este tipo de cosas es brindar POSIBILIDADES. Es decirle a una persona que está sufriendo que PUEDE dejar de sufrir, pero que si no quiere hacerlo (en particular por los motivos religiosos que usted defiende) pues no lo hace y ya. Nadie va a obligar a nadie a abortar o a consumir droga; así como nadie va a obligar a otros a ser homosexuales para casarse, mientras que ustedes si quieren obligar a todos a ser heterosexuales para hacerlo.

Como se puede dar cuenta señor Alfonso, la postura libre, racional y alejada de dios está construyendo una sociedad más igualitaria y mejor fundada, en lugar de destruirla como usted quiere mostrarlo. La tolerancia y el amor al prójimo que usted tanto predicará tienen mucha más cabida en una sociedad libre-pensante  que en una sociedad como la que usted quiere, en la que el homosexual o el ateo son rechazados y condenados; y como puede ver, en la sociedad alejada de dios también hay espacio para usted, para lo que no hay espacio es para el totalitarismo y el dogmatismo que usted y sus ideas quieren imponernos a los demás. De ahí para adelante, usted PUEDE creer lo que le venga en gana siempre y cuando no pretenda que los demás DEBAMOS creer lo mismo.

2 comentarios en “Respuesta a Alfonso Llano Escobar

  1. [clap, clap, clap]

  2. Los creyentes en algo ó alguien quieren ser los dueños absolutos de la mora.

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